El toque final: el acabado perfecto

No debe cometer ningún error cuando se trata de mecanizado fino. Como profesional, usted sabe: los requisitos técnicos con respecto a la precisión de la forma, la calidad de la superficie y, por último, pero no menos importante, la tolerancia dimensional, están ahora en un nivel tan alto que la corrección de inexactitudes es uno de los principales desafíos.

Pero el mecanizado fino tambiém incluye otros procesos, como grabado, bruñido o rectificado, que se utilizan dependiendo de los requisitos que el cliente. También relevante en este contexto: la cuestión de la profundidad de rugosidad deseada o el grado de tolerancia. En las siguientes páginas le informaremos qué tienen en común los diferentes métodos de acabado y qué los hace diferentes. También aprenderá cómo puede lograr los mejores resultados en el mecanizado fino en su taller con diferentes abrasivos.

Precisión de componentes

Lo especial del procesamiento fino de metales o polímeros en el entorno industrial es que la precisión y la precisión dimensional se pueden lograr con la ayuda de máquinas, pero también manualmente con una lima de afilado, lapeadora manual o piedras de lijado. Se utilizan esponjas de lijado o hojas de vellón para el contorneado de lijado fino. Este material de pulido, que a menudo está disponible en rollos o láminas, para el procesamiento fino es extremadamente flexible y se adapta perfectamente a la superficie del componente y también a la mano. Si se va a generar una presión de contacto ligeramente mayor, se puede utilizar un bloque de lijado.

Para obtener las propiedades superficiales deseadas mediante un mecanizado fino y de ningún modo modificar la forma básica de una pieza o un componente, se utilizan herramientas abrasivas que simplemente suavizan la superficie.